domingo, 25 de enero de 2009

El acoso telefónico de los bancos

Lunes, 7.15 de la mañana, suena el teléfono, estás apurado porque ya se te está haciendo tarde, contestas por si es algo importante y... es un banco que te llama para recordarte que ya se acerca tu fecha de pago. Te molesta mucho, pero en fin, te deshaces del que te llama y notas que perdiste 3 minutos, ahora ya estás verdaderamente retrasado.

Domingo, 10 de la noche, suena tu teléfono, ya estás dormido o casi, levantas el auricular, una voz pregunta por el nombre de una persona que no conoces, no sabes si es una tanteada buscando sacarte información para secuestrarte o robar. Le explicas a la persona que llama que no lo conoces, que en tu casa no vive esa persona, dice que está bien, pero suele pasar que te empiezan a llamar todos los días a todas horas preguntado por el mismo sujeto que no vive en tu casa y que no conoces. De nada te valdrá explicar que no conoces al tipo, como son call centers de cobranza, tienen un sistemita que les aparece aleatoriamente en la pantalla del monitor los datos para llamar, te estarán atosigando todos los días hasta que algo ocurra y repentinamente cesará el tormento.

Lo mismo te ocurrirá con las llamadas en las que te ofrecen tarjetas de crédito o créditos preaprobados, te estarán jorobando día y noche aunque estés un buró de crédito y les debas a las once mil vírgenes. Ya hay la solución de inscribirse en la Condusef, que cuando lo haces, incluso telefónicamente, te baja bastante el número de llamadas.

Obviamente, a las autoridades que les toca supervisar a los bancos, les vale gorro, los diputados y senadores andan en otro canal por lo que tendrás que aguantar valientemente por el tiempo que duren los acosos.