lunes, 29 de diciembre de 2008

Los nipones vuelven a las andadas de la caza de ballenas

Volvemos a postear, después de un período de tiempo de intenso trabajo debido a una considerable disminución de ingresos ocasionada por los bloqueos en el D.F. Ahora tengo que perder más horas tratando de transportarme pero visito a menos clientes, trabajo más horas pero gano menos. No soy el único, todos aquellos que tenemos que salir a la calle para realizar alguna actividad, perdemos valiosas horas enfrascados en los intensos embotellamientos ocasionados por las obras-tranzas de ebrard.

Volviendo al tema del post, en japón se da una corrupción difícil de creer en la comercialización de la carne y productos de ballena. La mayoría de los japoneses fingen ignorancia en el tema pero están involucrados en este tráfico. Saben que son universalmente odiados por permitir este infame comercio pero es parte de su cultura ser cínicos al respecto. La responsabilidad se comparte tanto en el que consume los productos de las ballenas, como de los que los comercian, igual las empresas que poseen los barcos-factoría como el gobierno japonés que dice que se trata de investigación científica cuando la verdad es que es una caza infame con propósitos absolutamente comerciales. En tanto los nipones no suspendan esta práctica, recomendamos fuertemente que evites comprar productos japoneses.



Las ballenas son una especie en peligro de extinción, representan un tesoro para la humanidad que debemos preservar para las generaciones futuras.

Cada año, los arponeros japoneses tratan de cazar en lo que es una carnicería espantosa, unas mil ballenas en la Antártida. El día 19 de Diciembre de este año, el barco Steve Irwin, de "The Sea Shepherd Conservation Society", interceptó al "yushin maru #2" dentro de la Zona de Exclusión Económica Australiana.

De inmediato el Steve Irwin bajó un bote Delta para atacar al yushin maru #2 con bombas de mantequilla podrida, un ataque simbólico pero que representa victoria. El ataque tuvo que ser suspendido por las malas condiciones climáticas, una espesa niebla y un viento de 50 nudos obligó a la tripulación del bote a regresar.

El yushin maru #2 cambió su rumbo hacia el norte para evitar conducir al Steve Irwin hacia el grueso de la flota ballenera japonesa que está cazando a escondidas, pero su estrategia no les funcionó; el Steve Irwin va ahora en persecución de los balleneros nipones.

El capitán del Steve Irwin, Paul Watson, dice: "Es como la guerra de ballenas, (Whales war), los atrapamos dentro de la Zona de Esclusión Económica Australiana y ellos no están en el Mar de Ross, donde dicen que están; ahora The Sea Shepherd Conservation Society está llamando al Ministro Australiano del Medio Ambiente, Peter Garret y al Ministro del Exterior, Stephen Smith, para ordenarle a la flota japonesa que obedezca las leyes australianas y cese y se desista de matar ballenas en aguas australianas.


Puedes encontrar la información en
http://www.seashepherd.org/news-and-media/news-081219-2.html


Obviamente, no todos los japoneses están de acuerdo con la sangrienta caza de ballenas, afortunadamente hay algunos que están haciendo algo; sin embarga, el gobierno japonés ahora los persigue y está resultando ser un delito el investigar y revelar la corrupción en el tráfico de ballenas.

Junichi Sato y Toru Suzuki han sido arrestados y enfrentan una condena de años de cárcel; han considerado que su captura fué motivada por sus investigaciones sin precedentes de la corrupción en torno al tráfico de ballenas. Ambos fueron capturados en Junio, dos meses después de haber interceptado 23 kg de carne de ballena en un distribuidor mayorista de pescado en el norte de japón. La información que obtuvieron es que algunos miembros de la tripulación de un ballenero había robado esta carne para venderla en el mercado negro.

Junichi Sato sostiene un trozo de carne de ballena durante una conferencia de prensa el 15 de mayo del 2008.

El arresto y el proceso judicial de Sato y Suzuki dejam mucho que desear, están fuera de la ley nipona y comprometen seriamente el papel de japón en materia de derechos humanos. Loa activistas de Derechos Humanos y GreenPeace están sorprendidos de la ferocidad de las autoridades niponas dirigida hacia Sato y Suzuki. Han sido interrogados 12 horas al día y no se ha permitido la presencia de sus abogados ni se han grabado los interrogatorios.

En mayo, GreenPeace reveló los resultados de su investigación encubierta "Silver Bullet", que duró 4 meses. GreenPeace dijo que tenía evidencia que probaba que al menos 23 tripulantes del nisshin maru habían robado 90 cajas de carne salada de ballena escondiéndolas como equipaje personal. Por primera vez se dió a conocer oficialmene en japón que la caza de ballenas era real y por lo tanto, se estaba defraudando al contribuyente. La industria ballenera japonesa recibe al menos 5 mil millones de yenes al año como subsidios. En vez de investigar este fraude, la policía se fué contra los japoneses que habían descubierto la red de corrupción.

Suzuki está planeando una huelga de hambre; Sato se describe a sí mismo como prisionero político, las autoridades le piden que denuncie a GreenPeace y a Sea Shepherd como terroristas. Ambos declaran que: "Necesitamos presión internacional, aunque no es bastante; también necesitamos gente dentro de japón que hable en contra de la caza de ballenas.

A japón se le permite cazar ballenas solo para investigación pero en la pasada temporada, pero nunca ha respetado este convenio. La flota japonesa esperaba capturar a 850 ballenas Mink pero regresaron con solo 551 después de haber sido descubiertos y expuestos por Greenpeace y Shepherd. Greenpeace ha lanzado una campaña en japón dirigida a meter presión al gobierno japonés para que libere a Sato y Suzuki. Amnistía Internacional ha condenado su arresto, elevado el caso a la Cámara de los Comunes en Inglaterra y casi 300,000 personas han firmado una petición en línea para los cargos sean retirados. Greenpeace ha presentado formalmente una carta de protesta a taro aso, el primer ministro japonés. Se han estado llevando a cabo demostraciones de protesta en embajadas japonesas de 20 países.


Fuentes: http://www.guardian.co.uk/world/2008/dec/09/japan-whale-hunting