martes, 25 de noviembre de 2008

La dificultad para transportarse en la Ciudad de México y las tranzas de ebrard

Aquellos que viven en la muy conflictiva y peligrosa Ciudad de México, ven como día a día, aparecen nuevas calles cerradas o carriles secuestrados por la infortunadamente normal malla naranja de plástico. Llegamos a un punto donde cada mañana meditamos si debemos salir o no de nuestras casas, pero ante la necesidad de trabajar o estudiar o lo que sea, nos vemos obligados a hacerlo, ahora con una o dos horas de anticipación para tener la esperanza de llegar a tiempo.

¿La causa? Un jefe de gobierno en la ciudad que pretende por un lado, glorificarse haciendo muchas obras, por el otro, recibir su mochada por las obras que contrata. El problema, aparte de que ebrard le hace al vivo de la manera más priísta posible, es que, en un momento donde nos está azotando la crisis, la carestía, pérdida de empleos, problemas económicos en las empresas, en resumen, cuando necesitamos estar más productivos, nos sale al paso ebrardcito con sus estúpidas obras para estorbarnos y retrasarnos.

Ahora que la gasolina está más cara, es cuando se gasta más porque los vehículos tardan de un 200 a un 400% más en llegar a sus destinos. ¿Y la contaminación? también, mucho más alta, exactamente lo que necesitamos para el raid de frentes fríos que están llegando uno tras otro, se espera un invierno verdaderamente frío.

La mayoría de las obras de ebrard no son necesarias, además están pésisamente ejecutadas, mejor dicho están perfectamente diseñadas para prolongarse innecesariamente con el objeto de inflar sus costos, en cada una de ellas ponen a unos cuantos trabajadores que no llevan mucha prisa por terminar. Las obras de ebrard estorban y duran años y años y no se terminan. Obviamente, los trabajadores además de no estar productivos, salen temprano y no trabajan fines de semana y días festivos; eso sí, la obra estorba las 24 horas los 365 días del año.

¿Qué queremos los sufridos defeños? en cuanto logremos quitar al inepto ebrard y a la mugre perredista, pandilla de ratas, exigiremos que en vez de realizar 355 obras con unos pocos trabajadores en cada una, digamos que en promedio tienen 10, lo que nos da 3,550. Que en vez de tener 355 puntos de estorbo y caos en la ciudad, se haga una obra a la vez, usando 1,000 trabajadores , para terminarla en menos de una semana (depende) y estorbando en un solo punto.